Escultura conmemorativa: Águila bicéfala
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Una emanación silenciosa brota de la líquida memoria para intentar dar de beber con el lenguaje de las formas y de las palabras a las ideas y sus enigmas. Si alguna utilidad puede poseer la presente escultura es mostrar al que la contempla la tensión entre lo sereno y tranquilizador, y lo nuevo o de espíritu experimental. Deseo avanzar hacia el porvenir pero sin dejar de escudriñar el pasado, -los pasados-. Continuidad y conciencia del cambio-evolución.
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Un punto energético invisible genera la materia originaria, compuesta de tres cualidades: uno, esencia-calma; dos, energía-pasión; tres, substancia-inercia. Este punto energético puede estar situado en el espacio que hay en el agujero circular, considerado simbólicamente como “la vía de alumbramiento natural de la idea” que corona las cabezas del águila bicéfala. Atenea, diosa de la inteligencia, sale de un agujero abierto por un golpe de Hefesto en el cráneo de Zeus. El agujero posee así una doble significación inmanente y trascendental, abre el interior al exterior y abre el exterior a lo invisible.
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Se sabe que para los antiguos pueblos civilizados del Asia menor el águila bicéfala era el símbolo del poder supremo. De origen Hitita, habría sido adoptado de nuevo en la Edad Media por los turcos, quienes lo transmitieron a los cristianos en la época de las Cruzadas, para llegar posteriormente a las armas imperiales de los Austria. En otro orden, el águila fija lo volátil y volatiza lo fijo. Aglutinante que une mediante repetidas sublimaciones a los contrarios, se mencionan dos pájaros pero en la mente es uno.
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Esta escultura en bronce, hecha con formas que ordené y junté tras escuchar el canto del pájaro despierto de la creatividad, creció al aroma del granado y el jazmín en la cavidad húmeda del cerebro. Se eleva la figura desde una base cúbica, símbolo de la tierra-materia, uniendo el águila bicéfala hecha de volúmenes esenciales a un ritmo vertical, voz envolvente, que refuerza su valor de expresión y sensación de vida, inspirada en cierto aire primitivo, vestido por la pátina del tiempo. El águila está coronada por el círculo, símbolo del mundo espiritual, invisible y de trascendente armonía.
José Manuel Sánchez- Darro
(Curriculum en PDF)